Cursos de Artroscopia de Cadera: De Assiut a Boston
Una de las maravillas que conlleva la globalización es la difusión del conocimiento. Ello es particularmente importante cuando se trata del conocimiento médico. Así cualquier mejora, innovación o descubrimiento, rápidamente se difunde por toda la comunidad médica mundial, con un simple teléfono móvil.
Con una semana de diferencia estuve participando como instructor en cursos de artroscopia de cadera en la Universidad de Assiut, en la frontera entre el Alto y el Bajo Egipto y en Boston, posiblemente la ciudad de EUA más europea, y la capital mundial del conocimiento médico.
La diferencia de medios entre ambas ciudades es, como podéis suponer, inmensa. Pero el conocimiento no, el afán de aprender y mejorar tampoco. La esencia es la misma.
Mi viaje a Egipto fue memorable. Coincidió con las segundas elecciones democráticas del país y, en medio de esas circunstacias, El Cairo era un hervidero en el que por encima de todo se respiraba un clima de euforia. Euforia contenida, unas veces por discrepancias con el candidato oficial (y actual presidente), en otras incontenible con auténtica pasión; pero euforia por el convencimiento de hallarse ante el inicio de un cambio que aporte estabilidad al país y que devuelva el turismo y sus ingresos, tan necesarios para la economía del Egipto.
Para mi fue un auténtico lujo visitar el museo de El Cairo o las Pirámides, prácticamente en solitario. ¿Os imagináis visitar el Museo del Prado en solitario con un guía para que muestre lo más interesante? ¿O hacer una visita privada a la Sagrada Familia?
Mi viaje me llevó a Assiut, ciudad de 2 millones de habitantes a medio camino entre Cairo y Luxor, con una universidad situada entre las tres más importantes del país y con un Hospital Universitario centro de referencia para todo el Alto Egipto. Entre las dimensiones del centro, el área de influencia y la locura de los egipcios al volante… ¡menudo galimatías es urgencias! El profesor Hatam Said me atendió con impresionante cariño, realmente el calor de los pueblos mediterráneos es especial. En el momento en que entré en el auditorio, todo el mundo cambió al inglés, y yo era el único que no entendía el árabe. Impresionante. La formación médica en Egipto se da en inglés. Ello les sitúa en una posición privilegiada para acceder al conocimiento y la interacción con los colegas de todo el mundo; ya lo quisiera yo para nosotros…
En Boston organizamos un curso cadavérico. Todo perfecto. No caben más adjetivos. Organización, preparación, personal, medios…. Todo perfecto.
Pero por encima de todo y pese a las distancia entre los medios de Estados Unidos y Egipto, son los médicos los que harán una buena o mala medicina y por lo tanto no cabe distinguir entre países. Las discusiones, las dudas, los anhelos y el esfuerzo, lo mismo en Assiut que en Boston. ¡Que buena es a veces la globalización !
